-Por Lorena de la Peña
¿Qué son las enfermedades neurodegenerativas
Las enfermedades neurodegenerativas del sistema nervioso central se caracterizan por la pérdida progresiva de determinadas poblaciones de neuronas en regiones específicas del cerebro y la médula espinal, así como de sistemas de neurotransmisión. Como resultado, y dependiendo de qué poblaciones celulares o estructuras del sistema nervioso se vean afectadas, se pueden producir deficiencias en la memoria, muy características del Alzheimer, o las alteraciones motoras observadas en Parkinson. Otras enfermedades neurodegenerativas relevantes son la esclerosis múltiple, la corea de Huntington y la esclerosis lateral amiotrófica.
El envejecimiento es el factor de riesgo más importante para el desarrollo de estas condiciones, las cuales, según datos epidemiológicos, van en aumento al incrementarse la esperanza de vida de las personas. De esta manera, con el tiempo, esto puede llegar a ser un problema de salud pública. Por otro lado, el hecho de que estas enfermedades no tengan un único desencadenante y la multiplicidad de sus manifestaciones ha hecho difícil desarrollar medicamentos eficaces. De hecho, no existe cura para ninguna de ellas y los fármacos en uso se centran en paliar los síntomas.
El sistema endocannabinoide regula funciones clave del sistema nervioso, como la neurotransmisión, la activación de las células gliales, el estrés oxidativo y la homeostasis de las proteínas. Durante el envejecimiento y en las enfermedades neurodegenerativas, se observan fallos en estos procesos, coincidiendo además con alteraciones en el sistema endocannabinoide. Si quieres saber más sobre qué es el sistema endocannabinoide, puedes visitar nuestra entrada sobre este.
La naturaleza específica de estas alteraciones varía en cada patología, pero en general se centra en fallos estructurales y funcionales en las neuronas, activación inadecuada del sistema inmune, oxidación por exceso de radicales libres y acumulación de proteínas aberrantes.
¿Cómo podrían sernos útiles los cannabinoides para tratar enfermedades neurodegenerativas?
Años de investigación en diversos modelos animales apuntan hacia el hecho de que los cannabinoides podrían ejercer tres efectos clave sobre el sistema nervioso, y en base a ello, serían relevantes en el tratamiento de las enfermedades neurodegenerativas:
- Neuroprotección: Los cannabinoides podrían proteger a las neuronas de distintos estímulos dañinos, así como promover procesos de reparación y recambio neuronal. Serían capaces de evitar la toxicidad causada por la acumulación de proteínas aberrantes.
- Anti-inflamación: Tendrían la capacidad de alterar el fenotipo de la glía y los macrófagos de pro-inflamatorio a anti-inflamatorio. Del mismo modo, también podrían contrarrestar la infiltración de células inmunes periféricas al sistema nervioso central.
- Antioxidante: Mientras los dos efectos anteriores se basan en la capacidad de los cannabinoides de actuar sobre los receptores CB1 y CB2, éstos también podrían ejercer funciones independientemente de ello. Por ejemplo, podrían proteger a las neuronas del daño causado por estrés oxidativo.
Un punto importante es que los cannabinoides son compuestos capaces de actuar sobre múltiples dianas moleculares, resultando en efectos de amplio espectro. Esto se ajusta a las necesidades terapéuticas de enfermedades multifactoriales, como lo son las patologías neurodegenerativas.
La investigación del uso de cannabinoides en enfermedades neurodegenerativas
A pesar de la abundante evidencia preclínica, la investigación clínica realizada hasta la fecha no ha generado datos concluyentes. Hacen falta ensayos clínicos aleatorizados. A nivel práctico, existe cierta evidencia clínica positiva en el manejo de algunos de los síntomas, como pueden ser la ansiedad, los desórdenes del sueño y la agitación.
Sin embargo, aún quedan preguntas importantes por responder. ¿Pueden los cannabinoides prevenir, o por lo menos retrasar el desarrollo de las enfermedades neurodegenerativas? ¿Qué cannabinoides o en qué combinaciones? Las respuestas no serán fáciles de encontrar. De hecho, una hipótesis de los científicos sugiere que se está interviniendo muy tarde a los pacientes.
Por ejemplo, en el caso del Alzheimer, las placas amiloideas se empiezan a acumular años o décadas antes de que exista una manifestación clínica de la enfermedad. Los ensayos clínicos normalmente se llevan a cabo en pacientes ya enfermos. Quizá el momento de actuar es mucho antes, no cuando el paciente ya presenta demencia.
¿Pero cómo detectar la enfermedad de manera temprana? No es habitual someterse a pruebas de imagen capaces de detectar el incipiente deterioro del cerebro estando sano. Hacerlo no sería eficiente y sería extremadamente caro a gran escala. En este sentido también se está investigando con el objetivo de desarrollar pruebas clínicas, tan sencillas como un análisis de sangre, capaces de predecir un futuro Alzheimer.
Mientras tanto, ¿qué nos queda por hacer? A los profesionales de la salud, continuar investigando y fomentando el desarrollo del conocimiento, compartiendo su experiencia clínica del uso de cannabinoides en sus pacientes, tanto positiva como negativa. Y a quienes queremos prevenir estas enfermedades, cuidar nuestra salud de manera integral. Si bien existe un componente genético en la etiología de estas condiciones, los factores ambientales juegan un papel decisivo. Una vida plena, con vínculos sociales, estimulación intelectual, ejercicio aeróbico y dieta balanceada podrían también marcar la diferencia.